Visite también nuestra Sección, Versículos examinados del Viejo Pacto
Visite también nuestra Sección, Apologética

«Pero los hijos se rebelaron contra mí, no anduvieron en mis estatutos, ni tuvieron cuidado de cumplir mis decretos, por los cuales el hombre que los cumple vivirá, y profanaron mis días de reposo. Entonces decidí derramar mi furor sobre ellos, para desahogar contra ellos mi ira en el desierto. 22 Pero retiré mi mano y actué en consideración a mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones a cuya vista los había sacado» (Ezequiel 20:21-22).

Dios habla en términos humanos condicionando Sus comentarios contextualmente en lo relativo al tiempo y a la situación de las personas. Además, también expresa emociones como el

  • enojo:
    • «Hasta en Horeb provocasteis a ira al Señor, y el Señor se enojó tanto contra vosotros que estuvo a punto de destruiros» (Deuteronomio 9:8).
  • remordimiento:
    • «Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque ha dejado de seguirme y no ha cumplido mis mandamientos. Y Samuel se conmovió, y clamó al Señor toda la noche» (1º Samuel 15:11)
  • pesar:
    • «Y envió Dios un ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando estaba a punto de destruirla, miró el Señor y sintió pesar por la calamidad, y dijo al ángel destructor: Basta, detén ahora tu mano. Y el ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán jebuseo» (1º Crónicas 21:15).
  • misericordia:
    • «Cuando el Señor les levantaba jueces, el Señor estaba con el juez y los libraba de mano de sus enemigos todos los días del juez; porque el Señor se compadecía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían» (Jueces 2:18).

De igual forma, Dios expresa emociones a Su pueblo en respuesta a sus pecados. Esto es para el beneficio de ellos y permite al pueblo de Dios a entender y relacionarse con Dios. Esta es la razón por la que Dios permite mostrarles a las personas Su ira, levantar Su mano y llevar a cabo Su juicio. Las personas necesitan conocer que tuvieron un «llamado cercano» porque necesitan reconocer que Dios no tolera el pecado y que tratará con el mismo.

En el teísmo abierto Dios conoce todo el presente ampliamente y el futuro, solo en forma parcial. Entonces, ¿no conoce Dios Su propio corazón y cómo Él responderá ante situaciones diferentes? Claro que sí. ¿No sabe Dios también que retendrá Su propia mano en juicio o que Él no está consciente de Sus propias preferencias y tendencias? ¿Cambia en forma constante Su mente, sin saber qué hará en el futuro porque no conoce las elecciones que las personas harán? Esto no tendría sentido, pero es el escenario que el teísta abierto quiere hacernos creer acerca de Dios.

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

Deja una respuesta