Practicando Apologética con No-CreyentesPracticando Apologética con No-Creyentes

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31 de mayo de 2022

Nota: A menos que se diga lo contrario las citas bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas – LBLA.

Practicando Apologética con No-Creyentes

¿Sabe cómo debemos practicar la apologética con incrédulos? La respuesta es fácil: con gentileza hacia ellos y reverencia hacia la Palabra de Dios. En las redes sociales, es fácil ser un guerrero de sillón. La sensación de seguridad que proviene del anonimato significa que los cristianos a menudo pueden ser bastante groseros en sus discusiones con los incrédulos. Lo he visto muchas veces, y está mal. Ahora bien, todos nos equivocamos de vez en cuando. Cuando lo hacemos, debemos admitir nuestro error, arrepentirnos y seguir adelante. Pero, hay una diferencia entre equivocarnos ocasionalmente con los incrédulos, atacarlos y acosarlos repetidamente. Por supuesto, el lenguaje soez nunca debe ser parte de nuestro testimonio (Colosenses 3:8). Esto está mal porque la Escritura nos dice que debemos ser gentiles, pacientes, amables, etc.

El Fruto del Espíritu Santo: Practicando Apologética con Incrédulos

Por desgracia, he visto a muchos cristianos que no muestran ese fruto: «Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad 23 mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley» (Gálatas 5:22-23). Si representamos a Cristo ante los incrédulos, hagámoslo con amabilidad y paciencia. Considere el siguiente versículo.

  • «¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?» (Romanos 2:4).

Dios es bondadoso con nosotros. Deberíamos mostrar esa misma bondad a los incrédulos en la medida de lo posible. De hecho, me atrevería a decir que, si un cristiano que defiende la fe ante los incrédulos no puede controlarse y es repetidamente grosero, condescendiente e incluso insultante, no debería hablar. La apologética con los incrédulos es un trabajo serio y no debemos dejar que nuestras emociones se interpongan.

Leyendo Algunos Versículos en Practicando Apologética con No-Creyentes

Leamos lo que la Palabra de Dios nos dice a los cristianos sobre cómo debemos interactuar con los incrédulos.

Colosenses 4:5-6

  • «Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona».

2ª Timoteo 2:24-26

  • «Un servidor de Dios no debe andar en peleas. Al contrario, debe ser bueno con todos, saber enseñar, y tener mucha paciencia. 25 Y cuando corrijas a tus enemigos, hazlo con humildad. Tal vez Dios les dé la oportunidad de arrepentirse y de conocer la verdad. 26 Se darán cuenta entonces de que cayeron en una trampa del diablo, y lograrán escapar. Por el momento, el diablo los tiene prisioneros y hace con ellos lo que quiere» (Traducción en lenguaje actual – TLA).

1ª Pedro 3:15

  • «sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia».

Como puede ver, las Escrituras nos ordenan comportarnos de una determinada manera: «siempre con gracia, sazonada como con sal» (Colosenses 4:5-6), no «andar en peleas … tener mucha paciencia» y hacerlo «con humildad» (2ª Timoteo 2:24-25), y defender la fe con «mansedumbre y reverencia» (1ª Pedro 3:15). Esa es nuestra norma.

Jesús Insultó y fue Duro con la Gente

Es cierto que Jesús comparó a las personas como «semejantes a sepulcros blanqueados» (Mateo 23:27). Les dijo «sois de vuestro padre el diablo» (Juan 8:44), e incluso volcó las mesas del templo (Marcos 11:15). Esto no significa que tengamos la excusa de ser groseros e insultantes. La dureza de Jesús estaba reservada para los falsos e hipócritas religiosos dentro del judaísmo. Eran corruptos y engañaban a la gente. Pero con los demás, mostró gentileza. Como con el centurión (Lucas 7:2-10). Perdonó a la mujer sorprendida en adulterio (Juan 8:1-11). Fue amable con la mujer con flujo de sangre (Lucas 8: 43-48). Comió con el pecador Zaqueo (Lucas 19:1-10). Mostró gentileza con la mujer samaritana en el pozo (Lucas 4:1-4). Perdonó a los que le hicieron daño físicamente (Lucas 22:47-52) e incluso lavó los pies de los discípulos (Juan 13:5). Ese es nuestro ejemplo y esta debería ser nuestra práctica.

1ª Pedro 3:15

  • «sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia».

Conclusión de, «Practicando Apologética con No-Creyentes»

La palabra «defensa» es la palabra griega «apologia» (ἀπολογία). Es de donde sacamos la palabra inglesa y española, «apologética». Entonces, el mandato es practicar y a la vez, defender la fe cristiana ante los incrédulos siendo amables y reverentes hacia la Palabra. Pero, yo iría algo más lejos y afirmaría: Si usted no puede hacer eso, entonces no practique la apologética, manténgase callado.

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

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