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«Tal vez escuchen y cada uno se vuelva de su mal camino, y yo me arrepienta del mal que pienso hacerles a causa de la maldad de sus obras» (Jeremías 26:3).

Con frecuencia, el Señor nos habla en nuestro marco de tiempo para que lo que Él quiera se lleve a cabo. Es importante entender que Dios trae ciertos cambios en las personas al decirles que serán castigados si continúan pecando. Ellos escuchan el pronunciamiento de Dios, cambian sus caminos y llegan al arrepentimiento. Entonces Dios, «cambia» Su castigo a bendiciones para ellos. Pero esto no significa que Dios no sabía desde la eternidad que ellos cambiarían sus caminos. Más bien, esto significa que desde la eternidad Dios estableció los medios por los cuales ellos cambiarían; es decir, Su pronunciamiento de juicio el cual los motivaría a ellos a cambiar. Esto está obrando de acuerdo a nuestro marco de tiempo, el cual no es necesario para Dios, sino para nosotros. Los medios que Dios usa para traer cambio son con frecuencia las diferentes opciones que Él nos da. Como criaturas libres, Él nos da la opción de cambiar; sabiendo con anticipación cuáles serán nuestras opciones por lo que Él nos advierte; trayendo por lo tanto, el cambio a través de Su interacción con nosotros. Esta es una mejor explicación que asumir que Dios es ignorante, que puede cometer errores y que se arriesga.

En Jeremías 26:3, Dios les está advirtiendo a las ciudades de Judá la necesidad de cambiar. Desde la perspectiva humana, ellos tal vez cambien o no. No lo sabemos. Pero Dios sí lo sabe.

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

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