Pentecostales UnicitariosPentecostales Unicitarios

8 de diciembre de 2008
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La teología de la unicidad o unicitaria establece que el Padre estaba en el Hijo y que la persona de Jesús también era la persona del Padre. Claro está que, cuando vemos casos en la Biblia donde Jesús ora al Padre, naturalmente nos preguntamos cómo puede ser esto si son la misma persona. Pero, de acuerdo con esta teología, Jesús, como un hombre, estaba orándole al Padre, la verdadera divinidad. ¿Pero cómo puede ser esto? ¿Estaba Jesús orando a Sí mismo (dado que Dios es solo una persona en la teología de la unicidad) y hacia parecer que le estaba orando a alguien más diferente de Él?

La enseñanza teológica del unicitarismo afirma que Jesús tiene dos naturalezas. Él era tanto Dios como hombre mientras caminaba por esta tierra.[1. En realidad, Jesús sigue siendo Dios y hombre. Colosenses 2:9 declara que en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Tenga en cuenta que el versículo dice «habita», no habitó el cual está en tiempo presente, no en pasado. Por lo tanto, en Jesús, ahora mismo, habita la plenitud de la Deidad.] Pero también declara que la parte humana de Jesús estaba orando a la esencia divina de Dios como Padre. Lo que hace esta teología es dividir a Jesús en dos partes e inventar que la naturaleza humana es la que se dirige a Su misma naturaleza divina, que de alguna manera permanecía en el cielo mientras Jesús hombre, quien tiene dos naturalezas, estaba en la tierra.

El problema con esto es que amenaza la encarnación del Verbo el cual es, tanto hombre como Dios en una sola persona. Como ser humano, tenía una voluntad. Él comió, durmió, lloró, sintió ira, etc. Era un hombre en todo el sentido de Su ser. Y necesitaba serlo para poder llevar los pecados de la humanidad. Como Dios necesitaba ofrecer al Padre un sacrificio suficiente para limpiarnos de nuestros pecados. Ningún simple hombre podría hacer esto. Pero el hecho es que Jesús era una sola persona al mismo tiempo y todavía lo es.[2. Leer, El Unicitarismo y la Palabra «persona» que trata con la naturaleza de la personalidad.]

La explicación del unicitarismo corre el riesgo de cometer el error del nestorianismo.[3. Esta herejía se le atribuye a Nestorio, quien fuera un predicador en Antioquía y obispo de Constantinopla alrededor del año 428 d. C. Sin embargo, Nestorio no predicó que Jesús era dos personas en un solo cuerpo, pero su nombre se ha unido a este error el cual afirmaba que Jesús era dos personas separadas: una persona humana y una persona divina en forma de un solo hombre.] En ninguna parte de la Biblia se dice que Jesús era dos personas. Más bien, encontramos escrituras donde Jesús se refiere a Sí mismo como «yo» y «mí» y «mío», no «nosotros» o «nuestro». La posición del unicitarismo es simplemente un error.

¿A Quién le oró Jesús?

Orando
Orando

Jesús no estaba orando a Sí mismo. Vemos en las Escrituras a Jesús orando al Padre (Juan 17). De igual manera se dirige a otra persona que se llama Dios. En Lucas 22:42 Jesús dice: «… pero no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lucas 22:42) cuando se dirigió a Dios el Padre. En otras palabras, tanto el Padre como el Hijo tenían voluntades separadas y al mismo tiempo. Entonces, ¿a quién le oró Jesús? No estaba orando a Sí mismo o a una extensión de Sí mismo o una parte de sí mismo. Estaba orando a la persona del Padre.

Además, según esta teología, Jesús habría tenido que ser al mismo tiempo el Padre si Jesús el hombre estaba orando a Sí mismo. Si esto es así y Jesús se estaba dirigiendo al Padre, entonces tenemos dos personas simultáneas o modos, lo cual es falso. Pero aquí se presenta un problema ya que Dios es solo una persona que ocupa modos o toma formas. ¿A Quién le oró Jesús?¿Cómo podrían entonces existir al mismo tiempo el «modo» del Padre y el Hijo si esta enseñanza es correcta? No pueden. Esta es otra razón por la que esta enseñanza está equivocada.

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

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