La Perfección de los SantosLa Perfección de los Santos

Visite También Nuestras Secciones, Vida Cristiana y Devocionales

La Perfección de los Santos

Nuestro Señor Jesús, en Su Sermón del Monte, nos da, entre Sus mandatos uno que a primera vista parecería tal vez, el más difícil de llevar a cabo:

«Por tanto, seAN USTEDES perfectos como SU Padre celestial es perfecto» (Mateo 5:48).

¿Cómo podría un hijo de Dios el cual ha sido justificado, salvado, y regenerado ser «perfecto»? ¿Es que todavía NO somos perfectos? Si todavía no soy perfecto, entonces, ¿qué necesito para ser «perfecto» de acuerdo a nuestro Señor Jesús?

¿Cómo es un Cristiano Posicionalmente?

Bíblicamente, un cristiano es perfecto; pero la perfección mencionada por nuestro Señor sólo se logrará verse reflejada en el AMOR con que se ama al hermano(a), al prójimo y a nuestro enemigo.

Un cristiano podría pensar que ama a su prójimo, aún a su enemigo; de hecho, esto es practicado en buena media por personas que no han sido justificadas, salvadas y regeneradas.

El Señor Jesús dice que nos conocerán como Sus discípulos, en cuanto al amor entre nosotros.

Juan 13:35

  • «En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros».

Colosenses 3:13-14

  • «soportándose unos a otros y perdonándose unos a otros, si alguien tiene queja contra otro. Como Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes. 14 Sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo[a] de la unidad».

Más Versículos Bíblicos

  • «Puesto que en obediencia a la verdad ustedes han purificado sus almas para un amor sincero de hermanos, ámense unos a otros entrañablemente, de corazón puro» (1ª Pedro 1:22).
  • «Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que Tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a Mí» (Juan 17:23).
Meditemos hoy:
  • ¿Somos realmente los cristianos «perfectos en unidad»?
  • ¿Ha conocido verdaderamente el mundo que Dios envió a Su Hijo por la «perfección de nuestra unidad»?
  • Si en el mundo hay personas que sin ser cristianas cumplen este mandamiento, ¿por qué si nosotros nos jactamos de tener el Espíritu Santo y lo defendemos, como Dios, la Tercera Persona de la Trinidad, no hemos sido «perfeccionados en esa unidad»?

«Si alguien dice: «Yo amo a Dios», pero aborrece a su hermano, es un mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto» (1ª Juan 4:20).

Por Carlos E. Garbiras

Carlos Enrique Garbiras es Director general en Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana (MIAPIC). Actualmente, sirve en predicación y enseñanza de la Palabra de Dios en Bogotá, donde dirige además la Escuela de Estudios Teológicos MIAPIC.

Deja una respuesta