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Algunas personas piensan que la pena capital contradice la enseñanza cristiana del amor, la gracia y el perdón; pero no es así. El amor cristiano no niega la justicia. De hecho, «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Juan 3:16). Al enviar Su único Hijo la justicia de la ley podría ser cumplida en Cristo debido a que un pago por el pecado es necesario («Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro» [Romanos 6:23]). Por lo tanto, el juicio y el perdón pueden coincidir pero estos no se contradicen entre sí.

La Biblia dice que hay «tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de derribar, y tiempo de edificar» (Eclesiastés 3:2-3). De igual forma, hay un tiempo para perdonar y un tiempo para llevar la pena de la ley. Romanos 13:4, dice sobre los que están en autoridad: «pues es para ti un ministro de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues ministro es de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo». Dios no tiene problemas con ser, tanto perdonador como el que ejecuta el juicio, en este caso, por medio del estado.

Pero pensemos un poco más acerca de esto. Si el perdón y la gracia son los medios por los que los cristianos deben vivir y así no sancionar con la pena de muerte, entonces, ¿qué pasa con el violador y el ladrón? ¿No deberíamos también extender el perdón y la gracia no castigándolos con cárcel? Después de todo, castigarlos, ¿es consistente con la gracia y el perdón? Claro que lo es. Debemos castigar a las personas y establecer la ley y el orden para que la sociedad, como un todo, funcione mejor. Por lo tanto, tenemos que preguntarnos, ¿qué hace «que alguien sea sentenciado a muerte» potencialmente inconsistente con el amor y el perdón, mientras que también mantenemos a otros en la cárcel pagando por sus crímenes el resto de sus vidas? ¿Por qué simplemente no detenemos la pena capital? Si negamos un aspecto del castigo, ¿por qué sólo ese? ¿Por qué no el resto?

Por lo tanto, no es inconsistente ejecutar a alguien y abogar también por la gracia y el perdón.

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

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