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No existe lugar en las Escrituras que afirme que un impío tenga el Espíritu Santo. Bíblicamente, sólo los creyentes tienen el Espíritu Santo. Sin embargo, un impío puede recibirlo si llega a creer para ser un creyente. Cuando hablamos de esta manera, estamos hablando acerca de que el Espíritu Santo mora sólo en aquellos que han creído.

  • «Y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre; 17 es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros» (Juan 14:16-17)
  • «Y los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu Santo» (Hechos 13:52).
  • «pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna» (Juan 4:14).

Los no redimidos en el mundo, no pueden recibir al Espíritu Santo porque ellos todavía no han sido salvos por Cristo. Debido a que el mundo no recibe la verdad, éste no recibe al Espíritu Santo:

  • «Es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros» (Juan 14:17).
  • Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente» (1ª Corintios 2:14).

Aquellos que no han recibido a Cristo («los cuales no nacieron de sangres, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios» (Juan 1:13), que no han sido limpiados por la sangre de Cristo («Pero si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado» (1ª Juan 1:7), no son, por lo tanto, santificados, no son justificados. Todavía están muertos en sus delitos y pecados y por lo tanto, no tienen al Espíritu Santo. Pero para que el Espíritu Santo more en una persona, usted debe, no solo creer en los hechos de Jesús, sino también creer en todos Sus dichos (Hechos 2:38; 10:44-48).[1] ¿Significa esto que el Espíritu Santo no obra en los no creyentes? El Espíritu Santo sólo obra en los impíos después de su conversión, cuando es redargüido por el Espíritu Santo de que debe creer en el Hijo:

  • «Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. 8 Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio» (Juan 16:7-8).

Los impíos pueden tener el Espíritu Santo cuando sean redargüidos y crean en Cristo.

Los impíos pueden recibir el Espíritu Santo cuando redargüidos por cuanto no creen en el Hijo, se arrepienten, lo reciben y nacen de nuevo (Juan 3:3-8). Así, son hechos nuevas criaturas (2ª Corintios 5:17). Aún más, es Jesús quien envía al Espíritu Santo (Juan 15:26) y Jesús dice que el Espíritu Santo es el Espíritu de la Verdad:

  • «Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir» (Juan 16:13).

¿Y quién es «la Verdad»?

  • «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí» (Juan 14:6).

Si usted quiere recibir el Espíritu Santo, entonces, usted creer en la Verdad que es Cristo. Debe mirarlo a Él como el único medio por el cual sus pecados puedan ser perdonados. Pídale a Jesús que le perdona por cuando no ha creído en Él. Crea en Él y lo que hizo para usted en la cruz. Fue ahí donde Él llevó sus pecados, incluyendo el pecado no creer en Él:

  • «Y Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados» (1ª Pedro 2:24).

Aunque murió por estos –los pecados suyos y los de todos– Él resucitó de entre los muertos:

  • «Ahora os hago saber, hermanos, el evangelio que os prediqué, el cual también recibisteis, en el cual también estáis firmes, 2 por el cual también sois salvos, si retenéis la palabra que os prediqué, a no ser que hayáis creído en vano. 3 Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras» (1ª Corintios 15:1-4).

Si usted cree en Cristo, debe alejarse del pecado; el Señor Jesús quiere que seamos justos delante de Él.

Notas a pie de página:

[1] Algunas personas creen que el bautismo es necesario para la salvación y mencionan Hechos 2:38, versículo que parecer sugerir que el Espíritu Santo se recibe después del bautismo. Sin embargo, en Hechos 10:44-48, las personas recibieron el Espíritu Santo antes de ser bautizadas.

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

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