La Ley y el EvangelioLa Ley y el Evangelio

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26 de noviembre de 2008

«porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él …» (Romanos 3:20).

La Ley y el Evangelio

En el Viejo Pacto, Dios dio la ley a Su pueblo Israel, a través de Moisés. Son los mandamientos y preceptos que gobernarían la conducta humana de Su pueblo. En el Nuevo Pacto, Dios dio el Evangelio a través de Jesús. Es el mensaje de salvación por gracia a través de la muerte sacrificial y la resurrección física de Jesús, por nuestros pecados.

¿Qué es la Ley?

La ley es el «hacer» y el «no hacer» del comportamiento moral y consiste en los 10 mandamientos (Éxodo 20), reglas para la vida social (Éxodo 21: 1-23: 33) y reglas para la adoración a Dios (Éxodo 25: 1-31: 18). Fue un pacto de obras entre Dios y Su pueblo. Estos 613 mandamientos, fueron y son incapaces de entregarnos a la comunión eterna con el Señor. La ley es un administrador difícil porque exige que mantengamos un estándar perfecto de comportamiento moral. Y luego, cuando fallamos, la ley nos condena a muerte. Las obras no nos dan la salvación ni juegan ningún papel en esta. La Biblia dice que un hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la ley (Romanos 3:28).

¿Qué es el Evangelio?

De otro lado, el evangelio, es la buena noticia de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús por nuestros pecados (1ª Corintios 15:1-4). Es el mensaje de lo que Dios ha hecho por nosotros, nuestra liberación del pecado y el castigo de la ley. «La ley y el evangelio» también son parte de nuestro fundamento, y una buena comprensión de su relación será de gran ayuda para su testimonio. ¿Cómo? Si comprende que la ley de Dios es un estándar de perfección, que revela el pecado, que somos incapaces de guardarla y que el Evangelio nos libera de la necesidad de guardar la ley perfectamente para obtener el perdón de los pecados, entonces podrá comunicar mejor el mensaje de salvación a los impíos.

¿Qué Refleja la Ley?

El carácter de Dios, porque proviene del mismo corazón de Dios. La Biblia dice que de la abundancia del corazón habla la boca (Mateo 12:34). Cuando Dios dio la ley, estaba hablando desde la abundancia de Su corazón, hablando de lo que estaba en Él. Por tanto, la ley es buena, pura, justa y santa. Está mal mentir, porque mentir es contrario a la naturaleza de Dios. Está mal robar, porque robar es contrario a la naturaleza de Dios.

Diferencia Entre la Ley y el Evangelio

La mayoría de los cristianos ya deberían tener una comprensión básica de la diferencia entre la ley y el evangelio; pero simplemente no saben que tienen. Por ejemplo, la ley afirma: «Todo hombre es pecador»; el evangelio afirma que el pecador necesita a Jesús como su Salvador. El Viejo Pacto (ley) vino antes del Nuevo (evangelio). La ley nos muestra de qué somos culpables y el evangelio nos libera de esa culpa, por gracia. Primero, debemos saber que somos culpables (ley) antes de reconocer nuestra necesidad de pedir perdón (evangelio).

La ley mata, el evangelio da vida. Cuando Moisés bajó del monte después de recibir la ley y al ver que los israelitas habían caído en idolatría, arrojó las tablas de la ley, dio la orden de dar muerte a los hermanos, amigos y vecinos, muriendo ese día, unas 3.000 personas (Éxodo 32:28). En el Nuevo Pacto y cuando Pedro predicó el evangelio, más de 3.000 personas que habían recibido su palabra, fueron añadidas a la iglesia (Hechos 2:41).

¿Por qué es Importante Entender la Ley?

Porque entendiéndola, le será más fácil explicar el pecado. Sin la ley, el pecado no puede ser conocido. Romanos 3:20 dice: «… por medio de la ley viene el conocimiento del pecado…» (Leer, Romanos 7:7). Si se desconoce el pecado, no existe entonces la necesidad de Jesús. Es por eso que la ley debe ser mencionada a aquellos a quienes les testifica. ¿Cómo? Al preguntarles si alguna vez han pecado. Dígales que mentir, engañar, robar, codiciar, no honrar a Dios, etc. es pecado. De alguna u otra manera, todos son culpables (Romanos 3:23), por lo que todos deben ser liberados. Todos necesitan el evangelio.

¿En qué es Específica la Ley?

En que se debe «ser santo», pero nos muestra que no lo somos. También nos advierte contra la mentira y a la vez, nos muestra que lo hacemos. Afirma también que no nos inclinemos ante nadie que no sea Dios, pero nos muestra dónde fallamos. Como ninguno de nosotros puede cumplir toda la ley, todos estamos bajo condenación. No hay salida. ¿Qué podemos hacer? ¡Nada!

«De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe» (Gálatas 3:24).

¿A Quién Conduce la Ley?

A Cristo. ¿Cómo hace eso la ley? Al mostrarnos que el intento de guardar la ley a través de nuestras obras, es insuficiente para ganar la vida eterna y que el evangelio de la gracia es el único camino hacia Dios.

En otras palabras, debe darle a entender a la persona que no somos lo suficientemente buenos como para merecer el favor de Dios. Toda persona tiende a pensar que porque son sinceros o «no son tan malos» estarán con Dios cuando mueran. Pero la Biblia revela que la «sinceridad» y el «no ser tan malo» no son, en sí, lo «suficientemente buenos». Dios exige perfección.

La Salvación es de Dios

Es por eso que la salvación pertenece al Señor (Salmo 3:8), es por fe y no por obras (Romanos 4:5). Es por eso que es una dádiva (don gratuito de Dios) (Romanos 6:23), a través de la gracia (Efesios 2:8-9), y es por esto también que Dios se hizo hombre (Juan 1:1, 14) y cumplió la ley:

  • «Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne» (Romanos 8:3).
  • «Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios» (Efesios 2:8).
  • «mas al que no trabaja, pero cree en aquel que justifica al impío, su fe se le cuenta por justicia» (Romanos 4:5).

Eliminar los Requisitos de la Ley al Presentar el Evangelio

Al presentar el evangelio, muestra cómo se eliminan los requisitos de guardar la ley perfectamente. Diga algo como: «La Biblia dice que si usted rompe un solo mandamiento de Dios, está condenado» (Jacobo 2:10-11). A menudo agrego: «El pecado puede ser perdonado, pero sus efectos permanecen. El resultado de su pecado es la muerte. Su pecado es una ofensa para Dios, el Legislador de la ley. Pero Jesús, quien es Dios encarnado, llevó sus pecados en la cruz y murió con ellos. Si quiere que sus pecados sean perdonados, debe entonce, venir a Cristo y pedirle que le perdone. Él lo hará». Esta es la diferencia entre la ley y el evangelio.

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

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